Jim Buchanan es un ejecutivo de capa caída cuya novia no le ama; pero un día conoce en un parque a Joan, una cocinera desempleada que está buscando un cocinero. Ambos deciden hacerse pasar por marido y mujer para un trabajo que requiere una pareja.

Se trata de una romántica y trágica historia muy al gusto de Hollywood, dirigida con su eficacia habitual por Victor Fleming. En ella, una aristócrata italiana (Helen Hayes) rechaza casarse con el hombre impuesto por su padre y escapa con su amante, un atractivo teniente. Cuando recibe la noticia de que el militar ha muerto durante una acción bélica de la Primera Guerra Mundial, queda moralmente destrozada y decide ingresar en un convento. Habiendo tomado ya los votos y consagrado su vida a Dios, descubre que el hombre que amaba no había muerto en la contienda. El dilema está servido.

Aubrey hace creer a Amy que es un pez gordo del ferrocarril. Cuando se casan, debido a los gastos excesivos han de refugiarse en casa de los padres de Amy. Aubrey pierde el empleo, pero ayuda a un amigo a vender una patente por un buen precio, y vuelve a las andadas.

Una estrella del vodevil anima a su hija a convertirse en una estrella del baile. Egoísmo, engaños y chantaje separan a madre e hija, pero al final se reconcilian.

Un empleado de unos grandes almacenes es despedido, perro encuentra un nuevo empleo en una panadería. La mujer del propietario no soporta la falta de dinero, de modo que se fuga con otro hombre. Al final, los grandes almacenes se salvan de la quiebra y una nueva alianza se forja entre los dos hombres.