2025. Capitán de la policía judicial de Brest, Ludovic perdió al amor de su vida, Mélanie, hace 27 años. La madre de su hija Juliette murió en lo que parecía ser un accidente... Pero de repente, gracias a una grieta en el tiempo que se abre dentro de una escena del crimen reconstruida en realidad virtual, ¡pueden comunicarse entre 1998 y 2025! Ludovic advierte a Mélanie: ¡morirá en 11 días! Pero salvarla de una muerte segura significa que Ludovic corre el riesgo de perder su vida en el presente, el que tanto tardó en reconstruir: su nueva esposa, Parvana y su hijo Sam...

Enfrentando una serie de complejos casos de asesinato, la nueva comandante de policía Hélène Bach debe aprender a trabajar con el brillante pero exasperante Raphaël, que puede hacer que los muertos hablen como nadie más.

Aquí empieza todo nos traslada hasta el prestigioso instituto gastronómico Auguste Armand, en la Camarga francesa. Allí, los alumnos del instituto, los profesores y el personal deberán hacer frente a la dura competencia de la escuela, los problemas, vidas y relaciones de cada uno.

Samy, un joven asistente parlamentario francés, empieza en el peor momento posible: pocas semanas después del referéndum del Brexit. Con el vértigo propio de un primer día en el trabajo, Samy deberá hacer frente a los sinsentidos de la política europea actual, embarullada en un exceso de burocracia, encajes de bolillos varios y un cóctel de culturas, ideologías y sensibilidades altamente peligroso. Su vida en el Parlamento no será nada fácil entre novatadas, brexiters, asistentes teutones, políticos incompetentes y un delicado proyecto para salvar tiburones.

Un atraco a mano armada tiene lugar en la línea de autobús que conecta el aeropuerto con varias ciudades cerca de Barcelona. ¿El resultado? Los tres atracadores muertos, una persona en busca y captura y seis testigos incapaces de identificar al fugitivo. El agente Fran Garza (Pablo Molinero) y su compañera -y expareja- Rebeca Quirós (Ana Polvorosa) sospechan que los testigos no cuentan la verdad. Los seis aseguran no haberle visto la cara al asesino, pero todo apunta a que han hecho un pacto de silencio para proteger al fugitivo. El caso pronto se vuelve viral y la opinión pública se posiciona a favor del fugitivo utilizando el hashtag: #TúTambiénLoHarías.