Se trata de la historia de una familia que regenta un restaurante en un pueblo ficticio del Maresme, no muy lejos de Barcelona. La acción comienza cuando el patriarca de la familia, Ignasi Guitart, reúne a su mujer y sus hijos para explicarles que dejará la dirección del restaurante y se irá de Sant Climent. La noticia, totalmente inesperada para todos, provoca una sacudida emocional y un cambio de roles en la familia.​ Los cuatro hijos (Claudi, Ernest, Lluís y Sergi) y la madre (Mercè) son los personajes principales alrededor de los cuales giran las tramas principales.

Inés (Natalia Verbeke), que acaba de cumplir treinta años, descubre las infidelidades de su novio y que en la clínica privada donde trabaja como médico se realizan prácticas poco éticas. Decide enfrentarse a ambas situaciones y como resultado rompe su relación afectiva y es despedida de la clínica, de modo que decide marcharse al pueblo donde solía veranear con su familia. Además, su hermana Claudia (Emma Suárez) ha abierto un negocio de hostelería rural en el pueblo, donde se ha instalado junto con su marido Tomás (Anibal Soto) y sus dos hijos. Una vez en el pueblo se entera que existe una plaza vacante en el ambulatorio y se presenta con la intención de instalarse en el tranquilo lugar. Al poco de iniciar su trabajo en el ambulatorio debe atender a Alicia (Elena de Frutos), una adolescente aquejada de una extraña enfermedad pulmonar. Pero las circunstancias resultan muy extrañas: existen otros alumnos del instituto también enfermos que parecen ocultar un secreto; su colega en el ambulatorio, Alejandro (Pedro Casablanc) pone trabas para que no atienda a los niños enfermos; en el cercano pantano aparece un cadáver...

Siete jóvenes jugadoras de hockey y su nueva entrenadora lucharán por salvar la sección femenina de su club, al tiempo que intentarán encontrar su lugar, tanto dentro como fuera del equipo.

En 1966, Justo Gil llega a Barcelona con el propósito de ganar el dinero suficiente para dar a su madre enferma los mejores cuidados. Su gran carisma le permite relacionarse con los jóvenes de la clase alta, hasta que un giro inesperado de los acontecimientos le hace convertirse en informante de la policía política, que persigue células comunistas.

Candela, reconocida actriz y humorista, se ha convertido en una adicta. No sabe muy bien cómo (o eso dice ella), pero esas dosis de alcohol y drogas a las que no daba demasiada importancia se han acabado desmadrando. “Tranquilos, yo controlo” eran las palabras que últimamente más repetía en su círculo personal y laboral, pero no controla nada de nada. Ni su vida personal (separada y con una hija que pasa más tiempo con su padre y su abuela que con ella), ni profesional, que cada vez es más desastrosa. Después de desplomarse en directo en el talent show en el que trabaja, Candela debe internarse en un centro de desintoxicación para tratar sus adicciones. Ella quiere hacerlo en uno para ricos y famosos, pero debido a sus problemas económicos, acaba en el centro público ‘Un nuevo amanecer’.