Hak-Sung (Choi Min-Sik) era un genio de las matemáticas en Corea del Norte. Desertó a Corea del Sur y ahora oculta su vida pasada. Trabaja como guardia de seguridad en un instituto. Allí conoce al estudiante de secundaria Ji-Woo (Kim Dong-Hwi). Ji-Woo está a punto de abandonar las matemáticas, pero las circunstancias hacen que Ji-Woo pida ayuda a Hak-Sung. Hak-Sung accede a regañadientes a enseñarle matemáticas a Ji-Woo. Pronto florece una improbable amistad, mientras que la comprensión de Ji-Woo de las matemáticas se amplía, pero los problemas se avecinan en el instituto.

Pastor Park trabaja para exponer grupos religiosos sospechosos. Él es contratado para mirar en el grupo de culto Deer Mount. Mientras tanto, el Capitán de la Policía Hwang investiga un caso de asesinato y el principal sospechoso es un miembro del culto de Deer Mount.

Hyun-jung empezó su vida en el submundo como prostituta y ahora está en lo más alto de una organización criminal. Su gran secreto es que, mientras estaba en la cárcel, dio a luz a un hijo. Cuando esto sale a la luz, el niño entra en el punto de mira de los enemigos de Hyun-jung, y esta deberá proteger con uñas y dientes (y balas) al pequeño.

Una estudiante de secundario, Young-Sin (Parque So-Dam), es atropellada por un automóvil en la noche. Pronto, ella sufre de dolencias misteriosas. El Sacerdote Kim (Kim Yun-seok) conoce a la joven en una de sus visitas al hospital. Él Está seguro de que fue poseída por espíritus demoníacos. Kim se prepara para un exorcismo con la ayuda de la Iglesia Católica de Corea. El sacerdote Kim requiere un diácono para ayudarle, pero todos los diáconos huyen después de haber participado en el exorcismo. El seminarista Choi es el diácono número 11 que ayudara al Sacerdote.