Una adolescente esconde un criminal dentro del armario de su dormitorio, con el que, al principio, mantiene una inocente relación de amistad. Sin embargo, el hombre pronto se aburre de esta situación y encuentra una nueva distracción: espiar a la recién divorciada y solitaria madre de la chica. Un día, después de una riña debida a los celos de la joven, el hombre sale finalmente de su escondite. Ella, muy amabale, le ofrece quedarse como invitado, por lo que consigue vivir abiertamente en la casa. La hija, a pesar de la sorpresa que le ha generado la actuación del criminal y, más aún, su traición, decide no contarle a su madre lo que ese hombre esconde en realidad y fingir normalidad. Por su parte él, con las dos mujeres de la casa firmemente en su poder, se prepara para hacer su movimiento final.

Alemania, siglo XIX. Jake y Will Grimm son dos hermanos que se dedican a recorrer los pueblos embaucando a los pobres lugareños: primero les cuentan historias de maldiciones, espíritus y fantasmas que los acechan y después fingen salvarlos por medio de exorcismos y rituales varios. Pero, un día, llegan a un pueblo sobre el que pesa una maldición real, un pueblo situado cerca de un bosque encantado en el que recientemente han desaparecido varias niñas. Los Grimm tendrán entonces que demostrar su valentía y coraje para salvar al pueblo de una amenaza terrorífica.

En un futuro no muy lejano, Gran Bretaña es un país totalitario dirigido con mano de hierro por un tirano (John Hurt). Una tarde, tras el toque de queda nocturno, la joven Evey (Natalie Portman) es rescatada en plena calle por un misterioso enmascarado cuyo nombre es V (Hugo Weaving). El extraño personaje le explica cuáles son sus planes para combatir la falta de libertad. A partir de ese momento, las acciones de V tendrán como objetivo hacer estallar en todo el país una revolución contra el gobierno fascista.