El francés Bruno Calgagni (Patrick Dewaere) ha sido encarcelado en los Estados Unidos por tráfico de drogas. Tras ser puesto en libertad, regresa a su país y busca un trabajo decente con la esperanza de empezar una nueva vida. Se aloja en casa de su padre (Yves Robert), un hombre amargado que le echa la culpa de la muerte de su madre, que, al parecer, no pudo soportar el dolor de que su hijo acabara en la cárcel. (FILMAFFINITY)

En un principio ni Michel Perrin, un importante industrial, ni Sarah Gaucher, una renombrada actriz, tienen nada en común. Ambos desaparecen en el mismo día y a la misma hora para tres días más tardes reaparecer, como si nada. Lo que parece una extraña coincidencia esconde un fenómeno que viene sucediéndose desde hace un tiempo. (FILMAFFINITY)

Sylvie, una adolescente en la década de 1950, vive con la despreocupación de su edad. Un día la sorprenden coqueteando con un chico de su edad, sus tios indignados por esta actitud inadecuada para una chica de bien: la mandan a una institución de "mujeres descarriadas", dirigido por monjas. Allí, Sylvie descubre un nuevo mundo donde solo existe la disciplina. La más mínima desobediencia se castiga severamente...

Louis es un fotógrafo que intenta encontrar el modelo perfecto de Jesucristo. En su búsqueda conoce a Sybil, una joven encantadora que vivió un romance con un pianista que acaba de salir de la cárcel.

La inspectora Corinne Levasseur es muy diferente a sus compañeros. Además de joven y guapa, tiene un particular sentido del deber y la justicia, que resulta molesto a sus superiores. Por ello, deciden destinar a Corinne a una oficina, en una pequeña ciudad del Norte de Francia. Su gran oportunidad se presenta algún tiempo después, cuando le asignan el caso de una red de prostitución de menores.

En el curso de un asalto violento en la estación de Deauville, varios transeúntes inocentes son asesinados a tiros. Entre las víctimas se encuentran un político, Robert Andréani, y tres miembros de la misma familia. Devastado por la muerte de su esposa, hija y madre, Martin Modot decide que sus asesinos serán llevados ante la justicia. Cuando la policía no logra ningún avance en su investigación, decide tomar el asunto en sus propias manos, con el apoyo de una organización de autodefensa neofascista.