El general Wallace llevaba a cabo un proyecto, en el que la nave Miranda debía recoger de la cola de un cometa la ""sopa primordial"", el producto químico básico de la vida pero eso era sólo un pretexto ya que los científicos militares habían descubierto un virus altamente mortal que podía atacar a los humanos. El padre de John, encargado de encontrar el antídoto, lo descubrió a tiempo, destruyó todas las investigaciones y, a consecuencia de ello, murió. Ahora, 30 años después el cometa vuelve a pasar y Wallace no quiere desaprovechar esta última oportunidad... John, en memoria de su padre, deberá detener a Wallace.

Derek y Casey están de regreso y continúan su hilarante rivalidad entre hermanos durante unas vacaciones familiares para visitar a su abuela en su hermoso albergue frente al lago. Las cosas se calientan con Casey cuando conoce a Jesse, un apuesto joven bailarín que es camarero en el albergue. Mientras tanto, Derek se está "enfriando" en sus vacaciones, se enamora de Roxy, la chica rica que vive al otro lado del lago. Pero cuando el padre de Roxy, un codicioso desarrollador de tierras, amenaza con destruir la belleza natural que los rodea, los niños de McDonald-Venturi se unen para salvar el lago y el albergue.

Un chico de secundaria (Sumpter) desarrolla una adicción a la pornografía en Internet tan intensa que comienza a destruir su vida y su familia.

Patsy McCartle, una viuda con dos niños pequeños, sobrevive a duras penas con su sueldo de media jornada. Su amiga Carrie, madre de un niño de seis años, le cuenta que también ella tuvo que sufrir muchas privaciones hasta que empezó a traficar con drogas. Entonces es cuando le ofrece a Patsy la oportunidad de salir de la pobreza de la misma manera. Patsy, desesperada, acepta, aunque no muy convencida, y le asegura a Carrie que sólo lo hará hasta que encuentre otro trabajo.

Basada en hechos reales. Gracias a su habilidad y amor por las palabras, Evelyn Ryan, un ama de casa, consigue mantener a flote a su problemática familia: diez hijos y un marido alcohólico, torpe e irresponsable. En los años 50 y 60, era frecuente que las amas de casa usaran su ingenio para ganar miles de dólares en concursos organizados por las empresas para promocionar sus productos. Pero ninguna de ellas podía competir con Evelyn Ryan, cuyo ingenio y agudeza eran proporcionales a las numerosas necesidades de su familia.