María comienza a trabajar como supervisora en un matadero de Budapest, pero pronto comienzan a surgir cotilleos y rumores sobre ella. Durante el almuerzo opta siempre por sentarse sola, y es consciente de sus deberes y obligaciones, con un estricto apego a las normas. Su mundo se compone de cifras y datos impresos en su memoria desde la primera infancia. Endre, su jefe, es un tipo tranquilo. Ambos empezarán a conocerse lentamente.

La película nos lleva a la Hungría de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y en la que la sombra comunista es una realidad, que no dejará en paz a los habitantes de este país. En este contexto la película nos presenta a dos mujeres que no pueden ser más diferentes entre sí. La primera es una intelectual que se dedica a escribir y de mediana edad, mientras que la segunda es una mujer mayor que se ha criado en contacto con la naturaleza, y que entra a trabajar como ama de llaves de la primera. Ambas discuten muy a menudo, puesto que al ser tan distintas, la una intenta influir en la vida de la otra y viceversa, intentos que siempre acaban con sonoras riñas, aunque su relación laboral no se ve afectada. El ama de llaves es una mujer muy enigmática, puesto que no quiere que nadie vaya a su casa, y en el caso de que alguien se acerque nunca les permite pasar de la puerta. Poco a poco, nos daremos cuenta de que esconde un secreto terrible.