La vida de Taeko transcurre sin problemas junto a su marido y su pequeño hijo Keita, hasta que un acontecimiento dramático marcará el regreso del padre biológico del niño, del que no había oído hablar durante años.

Kiira parece una chica normal. Su objetivo es ser la mejor panadera del mundo, pero a diferencia de los demás, es un vampiro. Nunca ha contado su secreto, ni a su amigo de la infancia, Tetsu, de quien también estaba enamorada. Luego de la muerte de sus padres cuando tenía 12 años, debió irse a vivir con sus parientes y perdió el contacto con Tetsu. Ahora, 8 años más tarde, Tetsu aparece en la panadería donde ella trabaja a tiempo parcial. Kiira está feliz por ver a su primer amor una vez más, y pronto, comienzan a salir... Pero cuando sueña con formar una familia con él, se preocupa por su verdadera condición.