La exhibición con el Renault R25 es la protagonista de esta tercera parte. El documental nos dibuja a un Fernando tan nervioso como un novio en el día de su boda, que se viste y se prepara para el gran momento que esperaba desde hace tiempo. Pero no sólo eso, la fuerza del V10 consigue lo imposible: paralizar el paddock. Gente acostumbrada a ir a 300 kilómetros/hora en su día a día detiene su reloj durante unos minutos por el puro placer de revivir una época.
Este tercer capítulo pone a prueba la asombrosa memoria del bicampeón, nos descubre quién es su amigo 'Galle' y nos acerca a su rutina en Lugano, un lugar en el que disfruta del anonimato.