Siempre perseguidos por asesinos y la policía, Alice y Richard dan en el blanco. Descubren que el secuestro de Tara no es un caso aislado, sino que es la obra de una gran red criminal. A riesgo de sus vidas, hacen todo lo posible para desenmascarar al jefe de esta organización, con la esperanza que ayude a localizar a Tara.